Cada 8 de marzo se conmemora la lucha de las mujeres por sus derechos laborales y sociales, en favor de una sociedad más justa y equitativa destacando la importancia que las mujeres logren sus objetivos de independencia, superación y crecimiento personal.

Las mujeres son gestoras de cambios y deben ser consideradas en el diseño de políticas, programas y proyectos para que grandes e importantes transformaciones ocurran. Se debe incentivar a las mujeres y abrir espacios necesarios para que ellas puedan jugar un rol activo en los distintos ámbitos de la sociedad. Apoyarlas en el desarrollo de sus habilidades permite crear grandes beneficios en la economía de los países.

El término empoderamiento femenino ha adquirido relevancia en el presente, lo que se traduce en una mayor autonomía para las mujeres, a su reconocimiento y a la visibilidad de sus aportaciones.

Aspectos como acceso al trabajo, control de la natalidad, acceso al estudio y a la educación superior han sido determinantes para la evolución y el cambio socio-cultural de las mujeres.

Todos estos cambios se han presentado de manera paulatina a lo largo de los siglos XX y XXI conforme al grado de evolución social para comprender que el rol de las mujeres no se circunscribe al ámbito del hogar, del cuidado de los hijos y del marido, por el contrario, es una gran fuente de posibilidades para fortalecer con su trabajo las superestructuras sociales: economía, política, derecho, educación, entre otras.

Un primer paso necesario, y que de una forma bastante generalizada ya han dado las mujeres, es la toma de conciencia de su situación. Es cierto que en algunos campos las mujeres han logrado un avance considerable, pero todavía se evidencian muchos otros sectores donde no es así; poniéndose de manifiesto que más que una celebración debemos reflexionar sobre la importancia de esta fecha.

Hoy el Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas saluda a todas las mujeres que son ejemplo de fuerza y superación.

¡Feliz día de la Mujer!

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